LOS CAMINOS DE LA VIDA
La niña agarró la pequeña mano de su madre para cruzar la calle, el peinado desaliñado, su vestido rojo de cuadros pequeños y unos zapatos negros adornaban la ternura de su infancia. Tenía el ceño fruncido y sus pequeños labios contraídos en una mueca de duda, como si estuviera pensando en conspirar contra el mundo a...