William, que vive relativamente tranquilo en un manicomio, empieza a ver cosas extrañas. Compañeros que sufren ataques nerviosos, que creen ver cosas... que mueren. Hay rumores de que algo plaga Bunderville, y Will se topará con la verdad, quiera o no.

Érase que se era, en un lugar cuyo nombre no pienso desvelar porque no me da la gana, una bella familia que celebraba la próxima, qué digo yo, proximísima, llegada de la Navidad. Esta es la corta historia de la familia Babidiblú Ledelo y, aunque ahora mismo no te interese una putísima mierda su vida, te aconsejo que la leas; puesta esta no es otra absurda historia sobre la Navidad.

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"Después de un final no llega un principio, que no te engañen: después llega el epílogo. Esa parte de la historia en que nadie sabe quién es ni qué hace ni por qué. Nos movemos como marionetas sin sopesar las pros y los contras de nuestras decisiones. Solo permanecemos aquí, esperando ese principio que se hace de rogar. Pero mi epílogo está durando más de lo que yo creía posible. No hago más que cantar a la víspera de la destrucción; heroína de una causa perdida, al mando de la devastación." The Black Dawn se trata de la segunda y tan esperada parte de Rage and Love (Green Day), con la incorporación de nuevos personajes y tramas.

"Guerra y paz; ira y amor. La historia de mi vida... Cuando todas aquellas mentiras me sobrepasaron decidí irme, dejarlos atrás y abandonar mi vida. Pero entonces, le conocí a él. Todo mi universo cambió. La realidad se distorsionó. Me metí en su mundo descuidando el mío. Olvidando que él era un monstruo, un asesino y que, sobre todo, disfrutaba haciendo sufrir. Ahora soy la chica sin nombre: Whatsername. «Enamorarse es endeudarse» , y qué razón tenía. Cuánta razón...". Laura solo era una niña. Por favor, no la juzguéis antes de conocerla.

welcome to the darkest place you've ever seen; my mind.

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Él no habla, él dibuja y escribe.

¿Quién es capaz de resistirse al sonido del arco rozando las cuerdas del violín, de no emocionarse con el sonido de los acordes en el piano, o sentir que el corazón se encoje al escuchar música en directo? Yo, desde luego, no lo soy.