No acabemos nuestra historia
Sabía que me lastimarías. Siempre lo supe, con tu sonrisa fácil y esos ojos que me mostraban otro mundo, con tus rizos oscuros, alborotados por el aire, con tu voz grave que me volvía loca, con tus manos grandes, que cada vez que me tocaban, me causaban escalofríos, con tus bromas, que siempre me hicieron reír. Lo sa...