Desde que la chica de la bufanda rosa ya no está, algo de él permaneció con ella. Su mundo, antes colorido, se convirtió en uno en escalas grises. Ahora tiene ese sentimiento que no deja de ahogarlo e incentivarlo a cometer una locura. ¿Qué hacer cuando te sientes asfixiado y hundido, en un abismo sinfín? Quizá es tan fácil como una hoja de papel. Créditos de la hermosa portada a -sxrcxsm 🤍

Sentados bajo este gran árbol, con la lluvia de fondo y con nosotros dos tiritando de frió, todo era perfecto. Me miro con dulzura, tomo mi mano y luego volteo a la nada riendo, divertido por la situación. Y sin advertencia y con emoción, comenzó a confesarme sus más profundos sueños, sus miedos, sus temores y las más descabelladas ideas sobre lo que nos deparara el futuro juntos. Dejando claro con este gesto, que por fin íbamos a dejar de lado nuestros errores. Me emocione y lo dije. -Te amo- pero él no me miro y siguió hablando, como si no me escuchara. -¡Te amo!- grite, pero no podía escucharme, todo comenzó a tornarse obscuro y comencé a caer en esa obscuridad. Desperté sudando y con el corazón a mil por hora. Aun no era hora de levantarme porque Rosi no ha gritado mi nombre para que me ponga a trabajar. Así que volví a acostarme. Pero las mismas preguntas rondaban por mi cabeza, sin dejarme dormir. ¿Qué significa este sueño? ¿Quién era ese hombre? ¿Acaso él sabrá quien soy ?

En un tiempo muy corto descubrí que es muy fácil encontrar una persona, conocerla y adorarla. También comprendí lo bonito que es lograr estar a su lado plenamente, amarla con locura sin interrupciones. Supe que amar implica retarse a sí mismo, luchar contra tu pasado, luchar con quien fuiste. Y al final descubrí cuanto puede arder el alma al sentir que vas a perder irremediablemente ese ser que amas. ¿Podré dejarla ir?