CameliaNoir
Ji Chong tenía que aceptarlo. Estaba a nada de querer huir de ese lugar. Cada día transcurrido era repetir la rutina. Desayunar, trabajar, conseguir información, regresar a casa, ducharse, cenar y dormir. Como tal, no tenía un descanso, ni un día fijo en el cual poder pensar en él.
Eso no era todo. Su propio padre había amenazado en comprometerlo. Al ser hijo de uno de los mejores investigadores de la región, debía aprovechar ese poder para poder consolidar su posición en la cima de su trabajo.