Una misión como cualquier otra, eso era lo que Néstor Macquenzi tenia entre manos. Bajo el nombre de Kevin Jackson se había introducido en la vida y negocios de Giovanni Evans, como uno mas de sus guardias de seguridad y poco a poco se había ganado su confianza. Al menos eso pensaba, ya estaba a punto de poder conocer los nombres que encabezaban su organización de trafico de estupefacientes. Al fin conseguiría descubrir lo que necesitaba, Giovanni confiaba en el, si, lo hacia, pero para que protegiera a su hija. Tras meses de trabajo y Kevin, como se hace llamar terminaba teniendo que cuidar a una muchachita rebelde que para colmo no paraban de intentar secuestrar. Con lo que este agente del FBI no cuenta es que el amor llega de improviso, no sigue normas, no cumple reglas. Da igual lo legal o lo que no lo es ¿Podrá llevar a cabo su misión sabiendo que destruirá el mundo de la mujer que a cautivado su corazón?

Una llamada, un billete de avión y una cita con un abogado. Eso era lo único que Caliope esperaba encontrar al regresar a Grecia. Siete años llevaba ya fuera de casa, ¿Por qué? Por ella, por lo que era, por quien era. Con tan solo dieciséis años había sido ignorada y despreciada, todo por ser hija ilegitima, algo que para una mujer griega se convertía en su peor pesadilla. Y ahora, después de tanto tiempo, el abogado de su abuelo legitimo la llama, a ella, que nunca había tenido relación con el. Regresaba a casa con solo una idea, arreglar los asuntos y volver a Londres, pero nada será tan fácil como ella espera. Obligada a convivir con aquellos que son considerados familia suya, su vida se convertirá en un tormento. Pero dicen que tras la tempestad llega la calma.