Emily era una chica normal, más o menos alta, de cabello castaño oscuro y ojos claros, piel oscura y no muy delgada, ni muy rellenita. Era una chica normal de 20 años. Esa noche había salido a dar una vuelta, con sus cascos y su Ipod en el bolsillo. Pero lo que ella no sabía, era lo que podía pasar esa noche, jamás se hubiera imaginado aquello, y mucho menos se imaginaría cómo terminaría esta historia. ¿Mal? ¿Tal vez bien? Lo que tenía por seguro es que si te secuestraban, nada podía salir bien. O al menos no como tú esperabas. ''Todo se había desmoronado. Ya no era la chica con confianza y autoestima. Yo volvía a ser esa de 16 años con todo y nada que esconder, que vivía con miedo e inseguridad. Y ahora, tenía razones''