Mi abuela sentia una debilidad por Keith, siempre lo consentía y le regalaba dulces a escondidas de mi madre. Incluso mis padres querían más a Keith que a mi. Era un niño demasiado consentido para ser hijo de la niñera. Y el dia en el que el cumplió los 18 años de edad le organizaron una fiesta donde mi padre dio un anuncio: - Y por todo ese cariño que te tenemos, Keith, queremos que formes oficialmente parte de esta familia. Así que este es nuestro regalo de cumpleaños, la mano de nuestro querido hijo Lance. ¡¿QUE? ----------------------- Esta historia no es mía pero decidí adaptarla a klance por qué de verdad esta hermosa, la verdad es que al transcurrir la historia me doy cuenta qué hay que cambiar muchas cosas para que pueda estar un poco acorde a klance por así decirlo, perdón si en algún momento ven otros nombres pero es que a veces se me va la onda, todos los nombres serán de los personajes de Voltron, después de la temporada 8 esto es como mi salvación, disfruten ;)

Altea era un reino próspero y seguro en el que la familia real reinaba sin problemas. En los últimos años, las guerras en reinos vecinos han entorpecido las relaciones de la corona, que deberá buscar nuevos aliados. El príncipe Lance, algo impulsivo y arrogante crece en el calor del palacio acompañado de su sirviente y guardaespaldas Keith. Sin duda, el amor entre un plebeyo y un príncipe sería una locura... pero... ¿y si fueran incapaces de negar su amor? Se aventurarán en un mar de emociones para descubrirse a sí mismos y su verdadera razón de existencia. (BottomLance!) (Yaoi explícito y contenido adulto)

"Dos meses enteros de lavandería gratis a cambio de dos semanas siendo mi novio falso. ¿Trato?" Keith vaciló un momento. ¿Realmente valió la pena? Apenas. Lance era un idiota, y él no estaba seguro de qué implicaría una relación falsa. Pero, lavandería gratis era lavandería gratis, ¿verdad? "Está bien, es un trato." O donde Lance comente el error de decirle a su mamá que tiene un novio yendo casa con él para Navidad. Keith comete el error de aceptar ser el novio falso de Lance. Fanfic Klance original en inglés de Gibslythe en AO3.

Lance siempre guardaba una curiosidad hacia los humanos, observando de lejos como interactúan entre sí y la naturaleza. Jamás llegó a pensar, ni siquiera le rozó a la cabeza, el hecho de que un día llegaría a interactuar con uno. O enamorarse.

Cuando el padre de Keith lo abandona, Keith no tiene más remedio que trasladarse a la casa de acogida de Shiro. Allí conocerá a Lance, un joven inmigrante cubano y a Pidge, una incomprendida y excéntrica genio. FINALIZADA

(AU omegaverse) Aveces uno juzga sin conocer plenamente a una persona creando una imagen errónea de esa persona pero ¿que pasa que si al conocerlo descubres al ser que te complementa por el simple hecho de ser lo opuesto?, pues fácil intentar saber como llegar a esa persona sin arruinar nada en el proceso.

En donde Lance sólo quiere sentirse parte del equipo, pero las probabilidades no están a su favor. (one-shot.)

La guerra entre galras y alteanos ha empezado. Un galra huye de su nave, un alteano lo encuentra en medio del desierto. Lucharán por el universo y por aquello a lo que aman pese a que todo parece estar en contra. Sin embargo, el pasado hace mucho en una persona.

La adolescencia no es una parte de la vida fácil, y menos lo es aun dejar tu casa para ir a la universidad... a veces. Lance deja atrás a sus padres para vivir su sueño de ser un artista, aunque deberá renunciar a muchas comodidades de su rica familia, que no aceptan ese camino de hippies y muertos de hambre. Por otro lado, Keith deja a sus ya mayores padres para realizar su propio sueño: estudiar medicina. Ayudado con las becas de la universidad y realizando prácticas consigue pagar el elevado precio de la matrícula. Pero todo estudiante tiene que vivir en algún lado. La residencia Altea, famosa por su profesionalidad (y sus fiestas) abre sus puertas un año más a los nuevos alumnos. ..... ........ ¿Quién es ese idiota con el que comparto cuarto?

Lance comete un error muy común; no cuidar sus palabras. Sin embargo, este error le saldrá más caro de lo que el cree.