Helfarum
¿Por qué se enamoraría alguien de una persona tan fría, tan pálida?
Su corazón no tenía color, sus labios por igual, ¿por qué ella es tan ilícita y él tan curioso?
Una piel tan fría y una mirada tan morbosa se topan al cruzar la calle, algo inevitable, tan casual.
El se muerde los labios y ella ni se inmuta, sigue su paso dejando atrás una bocanada de humo por el frío de la época.
Mírala, el desea su alma y hacerla danzar al ritmo de sus latidos vibrantes, que al imaginarse el pecado no cometido aún, el morbo y el lívido le suben a las nubes.
Él desea lo prohibido y ella no lo cohibe pues su inocencia no le permite distinguir entre el cielo y el infierno.
Ambos desean algo ¿el pecado o la redención?