La casa negra. Nadie sale, nadie entra.
Nací en un pueblo apartado de la ciudad, con pocos habitantes y pequeñas edificaciones. Un día apareció una casa negra en el pueblo. La casa negra no abrió sus puertas, ni para entrar ni para salir. Si a un niño se le colaba la pelota detrás de las vallas negras que rodeaban la casa, perdía la pelota. No salía nadie...