"Prometemelo Ned... Prometemelo" Todos conocemos la historia del secuestro de Lyanna Stark a manos de Rhaegar Targaryen y la posterior muerte de ambos. Sabemos las consecuencias que trajo para Poniente. Muerte parcial de la familia de ella, muerte de la familia real, nuevo rey, nueva reina, nuevo señor en el norte, nuevas venganzas y nuevas alianzas. Cartas nuevas para todos con una abanico infinito de posibilidades y una nueva partida del Juego de Tronos por jugar. Pero para entender el presente hay que entender el pasado. La historia la escriben los vencedores, y Robert Baratheon se encargó de que todo hombre y mujer de Poniente conociera su versión. Pero, a lo mejor, la historia no fue como nos la habían contado.

Lyanna es una joven dama del Norte, cuya mano está prometida a la del mismísimo Robert Baratheon, el apuesto próximo señor de Bastión de Tormentas. Lyanna está dispuesta a casarse con él, a pesar de no conocerlo en verdad, pero durante el Torneo de Harrenhal conocerá a Raeghar Targaryen, futuro rey de Poniente, del que queda totalmente hechizada. ¿Se casará con Robert Baratheon, fiel a su palabra? ¿O ya no hay vuelta atrás en lo que al príncipe dragón se refiere? Esta es la historia de cómo una joven loba luchó por un venado y un dragón