Las políticas internas de la milicia han cambiado drástica mente. Nuestros superiores han podido darse cuenta de que trabajamos mucho mejor en pequeños grupos, y aunque no creía en esto... realmente funcionó. Soy Samuel De Luque, uno de los participantes de este nuevo proyecto y encargado de supervivencia. Mi equipo está compuesto por dos de los mejores expertos que podría pedir, Camilo Villegas, nuestro médico y Gabriel Espinoza, nuestro intérprete y encargado de coordenadas. Año tras año recibimos cientos de aprendices que desean aprender y valerse por si mismos en momentos de adversidad. Año tras año recibimos caras nuevas; año tras año tenemos historias nuevas que contar... Pero nada me prepararía para lo que ese chico, arrogante y silencioso, tenía para darme. Willy... ¿Qué me has hecho? ¿Qué sucede cuando dos extraños deben convivir por meses juntos? ¿Cuál es el momento en el que las cosas se complican y la relación no es lo mismo? Esta es la historia de Samuel De Luque, un hombre cuyo objetivo era simplemente entregar sabiduría, pero que más que entregar, recibió aquella por ni más ni menos que su propio aprendiz; Guillermo Díaz. Un alma herida, intentando repararse por si sola, luchando por salir adelante, pese al inmenso dolor que se arrastra del pasado, hasta la misma muerte. ¿Cuál fue el impulso de querer ayudar a esa alma adolorida? Samuel intentará buscar la respuesta a aquello, mientras se enfrasca en una vida ajena, llena de angustia y dolor que le enseñará que todas las personas guardan secretos en lo más profundo del corazón. Una historia de frustración, llanto, orgullos cruzados, pero por sobre todo, llena de fuerza de voluntad y de aprendizajes... ¿Podemos aprender a amar a un corazón roto?

El ascensor se detiene... ¿Qué podría salir mal?

El amor puede ser una perdida de tiempo unos dicen, hasta que algunos pueden encontrar a alguien que quieres sin razón, eso es lo que le pasó a Kankri, a veces puede llegar de repente como si fuera un milagro llegado desde el cielo, como lo sintió Cronus, como siempre dice, jamás se debe perder la esperanza. Los personajes no me pertenecen

Guillermo, estando al cuidado de sus tíos, decide escapar de casa para sumergirse a las oscuras calles de Madrid. Sin saber cómo sobrevivir y mucho menos defenderse se involucrará en diferentes hechos con un peculiar "grupo". El juego de la Ruleta Rusa tendrá un significado un poco distinto y personal.

Will Solace se sentía completo. Últimamente todo salía genial: finalmente comenzaría una vida independiente a la de sus padres, estudiaría en una de las mejores universidades, la Universidad Mestiza, y seguiría la carrera que esperaba hace tanto tiempo, medicina. Todos sus planes se ponen de cabeza cuando conoce a alguien muy particular, Nico Di Angelo. Will se propone ser su amigo, pero, ¿podría llegar a ser algo más de lo que pensaba?