Mickie Irwin es una australiana recién llegada al acogedor pueblo de Cheshire, Holmes Chapel, junto con su hermano mellizo Ashton. Su vida no ha sido muy fácil de llevar desde la ida de su madre, y con este nuevo cambio de aires las cosas no parecen calmarse, todo debido a un adolescente extrovertido y rebelde que llenará su vida de adrenalina, diversión y reglas incumplidas, arrastrándola con él al mismísimo abismo, provocando en su vida más problemas de los que podría permitirse.

Todo un verano había pasado, Mickie Irwin volvía a estar de nuevo en Holmes Chapel, donde todo se vino abajo tan solo unos meses atrás. Con su gran problema fuera de combate, las cosas podrían arreglarse pero, ¿qué pasará cuando descubra que el piercing sobre el labio de Luke Hemmings no es lo único nuevo él? ¿Qué pasará cuando descubra que alejándose de su puerto seguro este había acabado hundido? Hundido y consumido finalmente por sus problemas.

Una vida de lujos y caprichos era todo lo que una chica podría desear, tener lo que quisieses con un simple chasqueo de dedos, pero no para Lola Rousson. Su concentración en vivir no le dejó ver venir a Kyle Preston, a cualquier mirada era el prototipo de chico que no querrías cerca de tu hija pero el cual le robaría suspiros a esta, tan atractivo, tan enigmático, tan magnético. Kyle y Lola llevaban una relación tóxica, en la que mientras ella pasaba de todo por él, Kyle pasaba de ella por todo, siempre siendo la segunda opción, y no es hasta que Lola conoce a Bruce que todo cambia. ¿Qué pasa cuando te das cuenta de que quieres a una persona cuando finalmente la pierdes? ¿Qué pasa cuando esta solo siente que has llegado demasiado tarde? ¿Podrá el terremoto de Kyle conseguir el perdón de Lola o esta preferirá el dulce infierno que Bruce puede darle?