Pensándolo Bien, Pensé Mal
¿Cuanto faltará para la Eternidad? Recuerdo esas promesas, de fin de año y con cervezas, ya las olvide, el bríndis se las llevo. Encerrados ahí en tu habitación dieron las doce; nos besamos, no recuerdo más después del conteo final. Hoy, todo se derrumbo, propósito nuevo. Para bailar se ocupan dos.
Concluídas