Eliza quiere mi alma.
Losé, ella me lo susurró aquella noche de lagrimás. Hace cinco años que por primera vez vi sonrisa, y el recuerdo aun no me deja de perturbar. Fijamente pusó sus ojos en mí y desde ahí no paró. Me prometió todo por mi alma... Losé, pero nadie me quiere escuchar.