las veces que me rompí
El tren me está dejando.
"Aprendimos a ser eternos. A seguir aquí milenio tras milenio. A quedarnos quietos por siempre. Y a amarnos como nadie. Y aunque fuimos rebeldes. Lo hicimos bien. Aprendimos a dormir del lado correcto de la cama. Con la cabeza abajo, o arriba. De pie, y debajo el agua. Aprendimos a ser sempiternos. Lo hicimos tan bi...
Las palabras comenzaron a acumularse en mi garganta, impidiéndome respirar. Fue entonces cuando decidí escupir este par de versos torcidos.
Digamos que esto no es un libro de poemas. Nunca sabré rimar, y las rimas son grietas. Esto es un homenaje a todos los versos perdidos en la pupila de las personas solitarias sentadas en las aceras mientras el mundo pasa por su lado. Al universo. A los corazones de cristal. A todos vosotros. Gracias.