Diario de un amor imposible.
Arte. Verlo era puro y simplìsimo arte. Juro que ver su rostro, me producìa la misma placentera sensación al manchar un lienzo. Era cómo si cada pequeña parte de su silueta, de la pequeña curvatura de su sonrisilla tuviera un efecto en mí. Verlo era tortuoso, me encontraba entonces preguntandóme lo que sería esbozar...