Ardid
No fue el lunar en la punta de la nariz, ni el lunar en su ojo derecho. Tampoco la sonrisa cuadrada de aquella niña, lo que lo hizo quedarse sin aire, Fueron esos pequeños ojos, llenos de vida, de un color miel. Que tenia 3 años sin ver, que el consideraba muertos. Sin saber que esos pequeños ojos, podrían cambiar to...