Albus Potter no tiene problemas en su vida. No es que su vida sea perfecta, tiene a un mejor amigo leal, a una familia que lo quiere y una mejor amiga con la que puede compartir libros. Solo hay un hecho que enturbia un poco su vida: Madeline Cooper, su acosadora a la que no ha podido evitar acostumbrarse y que encima es más inteligente que toda la escuela junta. Pero Albus está bien, él ya lo ha aceptado. Todo cambia cuando una noche, sin pretenderlo, ve salir de su Sala Común a la chica silenciosamente después de una extraña conversación. Eso, junto con ciertos detalles extraños en su acosadora, hacen que se de cuenta que, en realidad, no tiene ni idea de la vida de Maddie y que está rodeada de secretos. Y Albus se dispone a averiguarlos. Así que decide aprovechar las tres únicas cosas que sabe de ella: que le encantan las ciencias, que adora las películas y que está completamente enamorada de él.

Sarah es una chica que piensa que hacer sonreír a los demás hará que desaparezcan sus problemas. James es un chico que nunca se ha tomado la vida en serio y que vive rodeado de personas sin problemas a soltar carcajadas. Streek es un apellido normal, sin nada especial, de esos que nunca hacen que un profesor se pare pasando lista. Potter es un apellido especial, marcado, con unas ventajas, con unos inconvenientes, con una carga. Sarah Streek y James Potter no deberían haber coincidido. Pero lo hicieron. Ninguno de los dos sabía que iban a descubrir que son algo más que los nombres pintados por la gente y que nada es lo que parece, después de todo, tras una pared hay un mundo.

SPIN-OFF DE "Tras el Andén 9 y 3/4". Lily Dursley era conocida por toda la escuela sin excepción. Todo el mundo sabía que era peligrosa. Todo el mundo sabía que era la mejor amiga de James Sirius Potter. Todo el mundo sabía que no había enemiga más temible que ella. Todo el mundo sabía que el clan Weasley la apoyaba. Y todo el mundo sabía que, físicamente, era EXACTAMENTE igual a su tía abuela Lily Evans. Y digo físicamente porque también todo el mundo sabía que ella estaba en Slytherin, que jugaba al Quidditch y que solo un número limitado de personas podían llamarla Lily. Y era ese número limitado de personas que sabían que Lily era, en realidad, muy frágil, que adoraba cantar canciones ridículas, que coleccionaba pijamas, que le encantaba montar a caballito, que era legeremante, que estaba enamorada de Fred Weasley y que había jugado al juego de las nubes.