Supongo que no leerás esto, porque casi no lees, pero como sé que nunca voy tener narices para decírtelo, voy a escribírtelo, sin que te des cuenta y sin que lo sepas.
Ryan es un chico de 15 años que vive con su madre y su pequeña hermana. Llega a un nuevo Instituto por motivos laborales de su mamá, los cuales le obligaban a mudarse nuevamente de ciudad. En esta nueva experiencia tendrá que rehacer amistades, y posiblemente conocerá a la chica que le hará volver a creer en el amor...
¿Me creerías si te dijera que hasta el chico más frío podría enamorarse? Porque yo no lo creía, toda mi vida vivi siendo independiente y a vivir con cierto estilo de vida. Ella era lo que necesitaba para vivir, mi luz, mi guía, mi tanque de oxigeno... Si yo fuera gasolina, ella sería el cerillo que lo enciende. Pero...