Dicen por ahí que a las personas que más se aman, es a quienes más se puede llegar a odiar dependiendo del daño que te hagan. Inuyasha recuerda el triste destino que provocó en un alma pura cuyo fin fue más triste que el del peor de los demonios.

Él era como la oscura noche que ansiaba devorarlo todo mientras que ella era como la pálida luna que inútilmente intentaba iluminarlo todo con su endeble luz. Ella era el concepto mismo de debilidad y todo lo que señalaba como innecesario. Él representaba todo lo que odiaba y de lo que deseaba escapar. Eran irónicamente lo que inconscientemente no deseaban llegar a amar.

[UA] Para Hinata, Naruto era el día; lleno de calidez y cuyo resplandor la deslumbraba con una sola sonrisa y Menma, era la noche; frio, oscuro, tan misterioso e impreciso que con una sola mirada podía calar hasta sus huesos inquietándola entre huir lejos o quedarse ahí. La pregunta era: ¿Qué prefería ella: el día o la noche? [Hiatus definitivo. Esta historia no volverá a actualizarse]