Mateo es un jóven con 19 años de edad, una estatura de 1,80mts, la piel trigueña, muy delgado, de cabello castaño oscuro y ojos negros. Viste siempre muy elegante y con prendas oscuras que hagan juego con sus ojos. Sencillo en todos los sentidos, a excepto de su forma de vestir. Una persona sin secretos de las que brindan confianza y seguridad. De esas que uno mira y ve transparencia. Es hijo único y todo lo que tiene como familia es su madre y un perrito pequeño que encontró hace unas pocas semanas. No es de esas personas que andan brincando de alegría, de las que se emocionan por contar a menudo sus respectivos días. Pero tampoco es todo lo opuesto. No es una persona odiosa ni mal llevada. Más bien es solitario, sobrentendido. Siempre se maneja discretamente, como si alguien le estuviese siguiendo los pasos Trabaja en un hotel como sereno. Y casi siempre pasa las noches a solas. A no ser, que un huésped tenga una noche de insomnio y le brinde su compania. Todo comienza a la madrugada después de cumplir con su jornada de trabajo. Y cuando por rutina, toma el camino hacia la terminal de ómnibus. El mismo camino, el mismo bus y el mismo destino. Solo que esta vez está apunto de vivir una experiencia paranormal que cambiará su personalidad y su vida por completo.