¿Listo para decir adiós?

¿Has oído hablar de como los chicos ardientes juegan con chicas inocentes? Bueno, en esta historia los papeles se invirtieron. Yo soy la chica ardiente que juega con chicos inocentes. Mi nombre es ____ Grey. Debes de haber leído historias sobre dulces e inocentes chicas que son juguetes para los chicos, pero aquí llega una chica que juega con las emociones, ella no va con las reglas, su única regla es usar y arrojar. Ella es mala, ella es ruda, ella te dejara aturdido con su audacia, ¡ella es una perra total! Hasta que llega alguien que le cambiara la vida. - No se permiten adaptaciones de ningún tipo. *Terminada*

Ellos: BTS, un grupo de kpop. Jóvenes, inocentes, con mucha energía, bastante encantadores. Unos chicos muy tiernos y adorables aunque también demasiado traviesos. "Angelitos al fin" Ella: Extranjera, joven, un poco rara. A simple vista una chica completamente hipnotizante. Coqueta, y muy guapa a decir verdad. Para los chicos era diferente. Inocente? Ni un poco. Traviesa? Tanto que debería ser su segundo nombre. Mala influencia para cualquiera. Son diferentes pero a la vez muy parecidos. No es buena idea que se junten, ella podría cambiarlos... O tal vez sería lo contrario. Quédense para averiguarlo. Aquí, Quién será la Mala Influencia? •PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN! •Historia original.

En una autopista desierta y oscura el viento fresco golpeaba mi cabello, el olor de las colitas llenaba el aire del auto. Logre visualizar una luz. Mi cabeza dolía demasiado y mi vista comenzaba a oscurecerse, necesitaba parar a descansar. Detuve el auto frente al viejo hotel sin nombre. Muy viejo, y casi deshabitado, mi cuerpo no quiso detenerse, pero lo necesitaba. Quizá también fue por el hermoso rostro que estaba parado en la puerta. Cuanto hubiera dado por nunca haber arrimado al hotel california.

Harry Stevens grita peligro en cada poro del cuerpo y no precisamente por las escandalosas cicatrices que lleva en el lado izquierdo de la cara. Es la clase de chico con el que no quieres involucrarte porque sabes, por sobre todas las cosas, que va a destrozarte. Es de la clase de hombre que guarda una cantidad aterradora de secretos lo suficientemente perturbadores como para hacer que quieras huir de él lo antes posible. Es de la clase de hombre que, pese a todo el odio y rencor acumulado que carga sobre los hombros, es capaz de hacerte tocar el cielo con un beso... Sé que no es de fiar. Sé que debo poner cuanta distancia sea posible entre él y yo porque su mundo acabará con el mío si no le pongo un punto final a lo que siento..., pero no puedo hacerlo. No puedo huir de él. No, cuando la oscuridad que vive dentro de él se disipa cuando está a mi alrededor. No, cuando lo amo del modo en el que lo hago... El ángel vino en forma de bestia y vino a salvarme. Quizás... -solo quizás- vino a acabar conmigo. » Queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita por parte del autor, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción total y/o parcial, adaptación, distribución, en cualquier medio impreso y/o digital de esta obra por cualquier medio o procedimiento. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©. Sam León, 2015.