Capricornio
Eras una niña, pero tenías la mirada de un adulto, un alma dulce y amorosa que se había tornado seria y amargada, un alma confinada. Te empeñabas en cargar al mundo en tu espalda, temerosa de defraudarlos a todos, mintiéndote a ti misma, temblando por dentro. Capricornio...¿Tú también, como ella...estabas herida? Era...