Alejandro-Hernandez
El mundo cayó bajo una infección que no mata... transforma. Son violentos, lúcidos, sádicos. Aún sienten. Aún desean. Arnold, un médico roto, lucha por salvar lo que queda: cuerpos, conciencias... y su propia humanidad.
Cuando la razón se agota, solo queda el instinto.