Deirdre Collins apenas recordaba el comienzo del Invierno en el Mundo. Era tan solo un bebé cuando la Tierra fue cubierta por un espeso e imperecedero manto de nieve. Los campos murieron y las ciudades fueron sepultadas por aquella muerte silenciosa y blanca. Nada quedó, salvo los pequeños poblados de supervivientes que habían sabido adaptarse a las condiciones más adversas del nuevo clima y animales como los que la campesina cuidaba en su cueva, en una de las colinas del Valle de Tenebra.

Evelyn Britt y su grupo de amigos deciden celebrar el fin de curso en casa de nuestra protagonista, al final de la noche, un impulso de jugar a la Ouija se hace presente. Al acabar, todos se van a sus respectivas casas, borrachos y sin aliento, Evelyn recoge el tablero olvidándose de una de las reglas más importantes, despedirse de los espíritus antes de acabar. Evelyn comienza a ver flashes de muertes macabras y dolorosas, después de un bote de tranquilizantes, las sombras se hacen presentes y es informada de lo que debe hacer si quiere librarse de estos, Evelyn tendrá que aniquilar a los asesinos de las sombras de la misma manera que ellas acabaron sin vida. ❛❛¡Salid de mi puta cabeza, joder!❜❜