Antes del medio día philip y krantz había embarcado, haciéndose ala vela en la piragua

- Ningún ser sobrenatural de descendencia demoníaca deberá vivir en este mundo. Los humanos son nuestra responsabilidad y jamás deben recordar esta masacre, la era del terror nunca será conocida, nosotros vamos a asegurarnos de ello y si es que acaso son recordados por los humanos, será solo, como un mito. Porque destruirse los unos a los otros en las tinieblas, será ahora su desprestigiado destino. Fueron las palabras del arcángel parado en la colina, observando los pilares destruidos de los templos. Bajo un día tétricamente nublado, la sangre era el único tono vivo que le daba color a esa realidad abatida. Había casas destruidas, pedazos de maderas por todos lados y humanos desgarrados adornaban el suelo. La mirada triste del arcángel, simbolizaba una gran decepción. Sus hermosos ojos color fuego parpadeaban lentamente. Extendió sus blancas alas y elevo la mirada hacia el cielo.

Jet Creed es un chico de 17 años que vive en un amplio pueblo rodeado de un antiguo bosque, el cual cuenta con todo tipo de rumores y historias fantásticas que ni hasta los más crédulos habitantes creen. Todo eso, sin embargo, cambia cuando comienzan a ocurrir una serie de asesinatos, que inmediatamente empiezan a relacionar con la supuesta 'bestia' del bosque, en la que todas las muertes son de adolescentes de la misma edad que Jet. ¿Qué tienen en común todas estas víctimas además de la edad? Todas han aparecido muertas en sus habitaciones o en cualquier otro lugar antes de haberse ido a dormir. Justo en medio de todo este caos, aparece un estudiante transferido al pueblo de Heaven's, Raine. Un chico un tanto peculiar, misterioso y lleno de secretos, que además está relacionado con un grupo de personas con pintas sospechosas y macabras. Grupo líderado por Kriss, quién desde el principio no le cae nada bien a Jet.

Tienes seis segundos para vivir, las reglas son sencillas: -No llores si te toca. -No grites si lo ves. -No juegues con él. Pero lo más importante de todo: Nunca expliques cómo es.