abigailtorres
Abrió la llave de la regadera y por un segundo, se detuvo a contemplar su reflejo en el espejo, no podía reconocer a la mujer que se encontraba frente a ella, tenía una mirada apagada, repleta de dolor, sus ojos se tornaron rojos, su maquillaje era un total caos debido al flujo intenso de lágrimas, que tan solo hace unos segundos pasaba por desapercibido. Asqueada de aquella mujer, comenzó a desvestirse, entro a la regadera y dejo que el agua limpiara algo más que solo la sangre de su cuerpo, un nudo en la garganta silencio un grito de dolor y lentamente su cuerpo comenzó a descender, hasta quedar sentada debajo del flujo de agua, los segundos pasaban y ella permanecía ahí, inmóvil, después de un tiempo, se levantó con un solo movimiento, termino de bañarse y cerró la llave, tomo una toalla para cubrirse y salió con cuidado de la regadera. Nuevamente se puso frente al espejo, para contemplar ese reflejo desconocido, el maquillaje había desaparecido, el color rojo abandono a sus ojos, dejando así el camino libre para una ligera hinchazón, pero aparte de eso, todo seguía igual, la misma tristeza cubría todo su rostro. Tardo unos minutos más de lo normal para alistarse, se aseguró de cubrir, con mucho cuidado, sus nuevas cicatrices.
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