En las botas de Derek
Abandoné a mi novia. Empecemos por ahí. Sí, la abandoné en una gasolinera, sin coche, sin equipaje, sin ropa (aunque, gracias al cielo, sí estaba vestida), sin móvil, sin dinero, sin ningún otro medio de transporte, sin un mapa y... sin novio. Ahora pensarás que tal vez soy un idiota que merece una patada en las pelot...
Kumpleto