Nuestros demonios.
Con el paso de los años uno se va percatando de las cosas que le rodean y consecuentemente del valor que se le otorga a cada una de ellas. El viaje con final indefinidamente definido nos va acorralando de a poco hasta que consigue convertirnos en uno más de sus peones, lanzándonos al vacío desde mucho antes que logrem...