La vida trae consigo a personas luz que te llenan el corazón de felicidad, dejarlas entrar en tu vida conlleva que algún día puedan marcharse de ella. Un corazón vacío, desocupado y abandonado, ya no es un corazón. Solo los cachos rotos que quedan de él. Todos alguna vez nos hemos sentido con el corazón roto, con la incertidumbre de si esa persona que nos ha hecho tan feliz volverá a llenar el vacío que una vez dejó, pero hay veces en la vida que esos vacíos permanecen desiertos y debes aprender a vivir con ellos. Lea regresa al pueblo donde veraneaba para visitar a su abuelo después de haber desaparecido durante 5 años a causa de una dolorosa pérdida. El lugar en el que dejó asuntos sin resolver, erosionará creando nuevos contratiempos que harán su estancia allí mucho más complicada. Connor sigue sin superar la muerte del amor de su vida. Sin embargo, los recuerdos junto a ella permanecen intactos, como si en su memoria solo hubiese cabida para el jardín que un día construyeron.

Un viaje de cuatro días, se puede convertir en todo un curso. Un chico desconocido, se puede convertir en algo especial. Es difícil hacer daño a una persona que quieres, es difícil contarle la verdad, pero cuando la verdad salga a la luz, resurgirá una explosión de sentimientos. Y no es otra que Nicky la que vive todas esas nuevas e inolvidables experiencias.