Sentir el calor de mi familia, coger en brazos al pequeño de la familia que, por miedo a volver a Barcelona, había tenido que ver día tras día por imágenes, abrazar a cada uno de los chicos que tanto había echado de menos. Sin duda eses eran los mejores regalos que podría tener en Navidad. Había pasado un año desde que había ido a Barcelona y casi dos años desde que no veía a Max. Sin embargo, por un momento, mientras guardaba cada camiseta en mi maleta rosa, no me preocupaba el encontrarme con Max por Barcelona. Durante todo este tiempo, había estado tan ocupada con las firmas de libros, los viajes a diferentes países, el tercer año de carrera en la Universidad, la publicación de la última temporada de mi primera novela y el saber que la primera temporada de mis segunda novela sería publicada, no dejaba ningún tipo de espacio en mi mente que pudiese ser ocupado por Max. Sin embargo, sabía que si lo veía, todos los recuerdos compartidos con el chico del que había estado tan enamorada años atrás, volverían a mi mente como si de un huracán se tratase. Aunque, estaba segura de que, un choque de miradas es el mejor accidente que puede haber entre dos personas.

¿Quién iba a pensar que después de tantos años seguiría sintiendo cosas por ti? Fuiste mi primer amor, y ahora la vida nos da otra oportunidad.

Anna se muda a Inglaterra para comenzar una nueva vida, va a iniciar su primer semestre en la universidad y en el departamento vecino vive Charlotte. Anna es callada, tímida e insegura. Charlotte directa, sin ningún prejuicio ni escrúpulo que la detengan en lo que se propone. Anna es respetuosa con las normas. A Charlotte no le interesa infringir alguna regla para poder divertirse. Charlotte es un espíritu libre y ardiente. Anna es un alma acuática y estable. No tienen nada en común salvo el lugar en donde viven y su juventud, pero el universo está a punto de cruzar sus planes y hacer que sus vidas den un giro absoluto e irreversible.

Hace más de 300 años atrás. Devonshire, Inglaterra. William Cavendish, segundo duque de Devonshire, era respetado por el pueblo. En 1683 adoptaron a una niña, a quién llamaron Camila Cavendish. Camila despertaba la envidia de sus hermanos, pero era realmente amada por el pueblo. Tanta era su belleza que cada vez que se presentaba en sociedad los hombres se quedaban pasmados con ella. Lo peor de todo es que su padre empezó a sentir deseos por ella. A los 20 años su perfecta vida comenzó a convertirse en un infierno. Abusos que sus propios hermanos cubrían a su padre, algún día llegarían a su fin. Porque cuando Camila decidiera huir de su padre, desaparecería sin dejar rastro. 300 años después 2014 Los Ángeles, Estados Unidos. Lauren Jauregui, la modelo más codiciada del siglo 21, era egocéntrica y narcisa, egoísta con quienes no eran de su interés. Pero la vida le traería la lección más sorprendente y dolorosa. ¿Cómo podía explicar la abrupta llegada de esa mujer tan extraña? ¿Cómo explicar el hecho de que no supiera absolutamente nada de lo que veía? ¿Por qué se convirtió en su tutora para ayudarla a sobrevivir? Quizás por lástima, ella era una mujer loca. ¿Pero cómo reaccionaría al saber que era 300 años mayor? Quizás sería demasiado tarde para proteger su propio corazón. ¿Qué tanto podría durar? Está historia es una adaptación. Todos los créditos a su autora: Trinidad Gallardo.

La puerta del portal se abre y subo por las escaleras hasta el tercer piso. Timbro en la puerta que hay al lado de una plaquita en la que pone 3B y siento como la abren. -Hola. Venía a ver el apartamento, soy Bella.- digo mirando el felpudo de la puerta en el que hay escrito: Atención: Mi casa, Mi música, Mis normas. -¿Bella?- dice la misma voz masculina que antes. Al escucharla un escalofrío recorre mi cuerpo. Levanto la cabeza y miro al chico. -¿Max?- digo sonriendo. ¿Qué mal he hecho yo en esta vida? Si las personas se dividiesen en dos grupos: las personas que creen en las casualidades y las que no, yo formaría parte de este último. Siempre he pensado que todo lo que pasa en nuestra vida pasa por algo y que cada una de ellas, trae consigo una lección. Mi nombre es Bella, Bella Collins y estoy segura de que ninguno de vosotros entiende este principio, así que os invito a leer mi historia. Todos los derechos reservados. Prohibido el plagio total o parcial y/o adaptaciones.