Los ojos cafés cristalinos del ángel caído tocaron el corazón del mortal benigno, dejándolo entrar en su vida. Jeian, quien había pasado un momento calamitoso en una noche fría, encuentra a un chico desnudo y herido en la acera, sin darse cuenta de que estaba presenciando a un exiliado del cielo. Neitheram, un ángel caído despojado de su vida, enfrenta el mundo con ayuda de Jeian y sus otros amigos mortales, mientras descubren la realidad de sus destinos. Ambos chicos son testigos de la magnitud que hay en sus sentimientos. Y poco a poco se darán cuenta de que el amor puede ser el único pecado que tiene la pureza. Créditos (portada) @UniverseEditorial @Cataspee

Niña inocente y una acusación injusta es igual a una maldicion eterna No debieron meterse con la bruja.