Cuando Selene puso fin a su vida, creyó que todo había terminado. Pero Infernum tenía otros planes. Su alma fue vendida y entregada como burla al demonio más temido del imperio infernal: el príncipe Bhal. Él desprecia la raza humana. Ella detesta su arrogancia. Sin embargo, ambos están encadenados el uno al otro por una orden inquebrantable: cumplir juntos las misiones del rey demonio, Lucius. Solo así, Bhal podrá recuperar la corona que le fue arrebatada por su hermano bastardo. Y Selene podrá alejarse para siempre de su peor enemigo. ¿Pero qué ocurre cuando el odio deja de ser suficiente? La Torre de Forja recibe reclutas cada Luna Roja. Selene está dispuesta a demostrar que es más que solo una esclava. Incluso si eso significa unirse a las legiones sangrientas del infierno... Y sobrevivir al demonio que juró no tener sentimientos por nada ni por nadie. [Derechos totalmente reservados y registrados]

Esta historia se volverá física en 2020 gracias a Nova Casa Editorial. Si es tu primera vez leyendo entonces disfruta de los primeros capítulos que encontrarás a continuación :) ... Cuando pienso en Adam Walker, pienso en estas tres cosas: caliente, estúpido y peligroso. Digo caliente porque no se puede negar lo totalmente atractivo que es: cabello negro, ojos verdes y, como en toda historia que incluye a un chico malo, tatuajes que cubren varias zonas de su cuerpo. Es peligroso porque tiene demasiados secretos que no se atreve a contarle ni a su sombra. Secretos que lo terminan aplastando todo a su paso. Y estúpido (de verdad estúpido) porque eligió estar con mi prima Marie. ¿Quién en su sano juicio se fijaría en una persona como ella? Es la personificación de todo lo que está mal en el mundo: egocéntrica, de voz chillona y siempre queriendo ser el centro de atención. Definitivamente no tengo razones para enamorarme de él. Adam es todo lo que no quiero en un chico, pero aun así, sabiendo todo lo que sé de él y de su inestable relación con mi prima, se me hace imposible no probar de la fruta prohibida y caer en la tentación. Él iba a ser mi ruina y pronto vas a saber el por qué