Oficuo
Ya nada ansío Nada mi cabeza logra ya levantar nuevo y hermoso cuando quiero vivir pienso en la muerte y cuando quiero ver... cierro los ojos M.M.
Ya nada ansío Nada mi cabeza logra ya levantar nuevo y hermoso cuando quiero vivir pienso en la muerte y cuando quiero ver... cierro los ojos M.M.
Dos personajes condenados a amarse a pesar de los obstáculos. Elena, una adolescente con problemas típicos de la edad y una inclinación a dejarse llevar. Lucia, una hermosa mujer calculadora e impredecible. Bajo la sonrisa irónica y cruel del tiempo deberán aprender a amarse... o a olvidarse.
Yo era un polo: fría sin motivo alguno, distante, con un corazón cerrado, protegiendo los pocos pedazos que me quedaban, y ella, con apenas un roce de su mano, me enseñó porqué un volcán explota, porqué mueren las flores en otoño.
Jamás fueron especialmente buenas en el amor y descubrir nuevos secretos sobre ellas mismas las hará aventurarse en las profundidades de lo prohibido.
La primera vez que se encontraron prácticamente ni se miraron a la cara, pero hubo más veces, y poco a poco encontraron la forma no solo de mirarse, sino de conseguir ver más allá.
Tan distintas y al mismo tiempo tan similares. Se encontraron sin saber que estaban perdidas.
Era profesora de arte, y en efecto me parecía que sus pestañas enmarcaban el mejor cuadro de todos.
Una chica en busca de clases de piano que encontrará más que música; a una enigmática mujer que pondrá de cabeza todo su mundo. Una mujer escapando de su pasado y de todas las cosas que ha tenido que pasar y hacer, se encontrara que la inocencia y el amor que no creía merecer. Un piano y muchas emociones juntas.