Mi reino por tus besos.
Y tú, ¿conoces el poder de un beso?
Sus ojos verdes marcaban la diferencia entre las demás jóvenes, al igual que las miles de pecas que recorrían aquella pálida piel, que con cualquiera piropo llegaba a sonrojarse. Alex era una chica tímida, callada y solitaria, que centraba las tardes en la música de sus cascos junto a miles de libros de historias fic...