La verdad no contada
Una vez que se instala en su clínica no tiene que esperar mucho para que aparezca el primer paciente, dando golpes con desesperación a la puerta para llamar su atención. Noah abre la puerta encontrándose con un niño de unos 6 años llorando mirándolo con desesperación. AVISO LA NOVELA ESTÁ REESCRITA