La forma en la que le conocí fue la más rara que se me puede ocurrir para conocer a alguien. Yo antes de conocerle tenía una vida "perfecta", llena de vestidos rosas, horquillas, buenas notas, buenos modales, clases de inglés, de piano, cosas de "señoritas", enseñanzas de mi madre sobre cocina, cuidado de la casa, costura y podría seguir, pero creo que se ha captado el mensaje. Entonces un día alguien murió, y por muy raro que suene, no puedo estar más agradecida por ello. Mis notas bajaron de un nueve y medio a un dos, mi mente se abrió de par en par, mi paciencia disminuyó y todo lo que creía que era bueno, se volvió tóxico de repente. Y todo porque en diecisiete años nadie, jamás, me había enseñado a volar por mi cuenta. [ #50 en no ficción / septiembre 2016. #48 en no ficción / septiembre 2016. #30 en no ficción / octubre 2016. #19 en no ficción / octubre 2016. #17 en no ficción / octubre 2016. #15 en no ficción / noviembre 2016. #13 en no ficción / noviembre 2016. #10 en no ficción / noviembre 2016. #7 en no ficción / noviembre 2016. #5 en no ficción / noviembre 2016. #3 en no ficción / noviembre 2016. #1 en no ficción / diciembre 2016. #1 en no ficción x2 / enero 2017. #1 en no ficción x3 / enero 2017. #1 en no ficción x4 / marzo 2017. #1 en no ficción x5 / marzo 2017. #1 en no ficción x6 / mayo 2017. #1 en no ficción x7 / mayo 2017. #1 en no ficción x8 / julio 2017. #1 en no ficción x9 / agosto 2017. ] Queda prohibida la copia o adaptación de esta historia; si no eres capaz de ser original, búscate un hobbie. Obra registrada en la propiedad intelectual del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte español.

La chica rebelde de Bermont era conocida por su cabello pelirrojo, siempre desordenado y sin que nadie pudiera someterlo. Era la clase de persona que volaba sobre el costado de su caballo, la cual se escabullía en las habitaciones de sus primos varones para tomar sus ropas y salir a lugares inadecuados para una dama. Esa era Kathe y le encantaba serlo, puesto que pensó que siempre sería así, que nadie podría obligarla a hacer nada que no quisiera. Pero el Rey y su País tenían opiniones muy diferentes, puesto que se enteró que, desde su infancia, ella estaba comprometida con un hombre que para ella era insoportable. El afamado "Hombre de Hierro" no era más que un aburrido Duque acostumbrado a hacer lo que le mandaran. Por más que ella rogara y suplicara, él no rompería ese compromiso. Pero claro, ella no era de las que se rendía, aún casada podía hacer muchas cosas para que él decidiera devolverla. De hecho, sería lo mejor, porque estaba casi segura de no poder convertirse en la esposa que Adam Collingwood esperaba, ni siquiera sabía si algún día podría ser mujer de alguien. [HISTORIA SIN EDITAR] [DISPONIBLE EN AMAZON] [HISTORIA REGISTRADA EN DERECHOS DE AUTOR, POR FAVOR, NO AL PLAGIO]

Hey tú, la persona que esta leyendo esto. Si, tú. ¿Qué estas haciendo aquí? ¿Qué quieres ? ¿Quién eres ? Oh, espera. ¿Eres un semidiós? Tienes pinta de semidiós. Lo eres, ¿verdad? Ya decía yo. ¿Tu madre te dijo que eres mortal? No le creas. Tú eres un semidiós. ¿Que como lo se? Tendrás que quedarte para saberlo.

Después de la guerra contra Gea, todos pensaban que lo peor había acabado y que podrían vivir una vida normal (lo mas normal que se pueda siendo un semidios, claro). El que más deseaba eso era Nico di Angelo, quería que su vida volviera a la tranquilidad después de años de dolor y tristeza. Pero el destino no le deparaba eso. Aparte de la batalla que tenia en su interior, debatiendo entre sus sentimientos hacia Will Solace y tratando de ocultarlos, deberá destruir la nueva amenaza que acecha el campamento, y tal vez a la civilización occidental, otra vez. Él, junto con un grupo de nuevos amigos (y alguien que tal vez sea mas que eso), tendrán que embarcarse en una misión para derrotar a un nuevo enemigo.