¡Mírame a los ojos!
Pronto empezamos a llevarnos un poco mejor, lo único era que ella rara vez me veía a los ojos y cuando lo hacía desviaba la mirada demasiado rápido. Por alguna razón me molestaba que hiciera eso. A veces tenía ganas de tomarla del rostro y gritarle ¡Mírame a los ojos! Licencia: All rights reserved Titulo: ¡Mírame a lo...