Desde que era una niña crecí con la idea de que el mundo era un lugar seguro, que las leyendas eran simples historias inventadas para asustar a los niños, pero estaba realmente equivocada, descubrí que los monstruos eran reales. Una noche, apareció uno de esos seres con sed de sangre, un upyr o más conocido como vamp...
Las palabras dañan. No se les puede ver, pero las cicatrices que dejan son reales y pueden durar años. Puede ser permanente e irreversible... ¡¡Todo. Es en silencio!!
Mis palabras realmente son fuertes y emocionantes, pero me da la esperanza de que más allá de estas lágrimas y de esa persona que alguna vez ame, hay vida.
