Alba Reche es propietaria de una prestigiosa clínica de fisioterapia en Madrid. Natalia Lacunza es una famosa cantante. La primera es pura luz, en el más amplio sentido de la palabra. La pena y la tristeza alimentan el alma de la segunda, sacando de ese pozo oscuro toda su inspiración y su talento. Dicen que, si encuentras la sala de los menesteres, te dará aquello que necesitas. Solo hay que empujar la puerta.

PROHIBIDA SU COPIA Y/O ADAPTACIÓN. «Rapport; en psicología, dícese de la relación existente entre paciente y terapeuta, generalmente, siendo necesario que sea positivo de cara a poder establecer una buena relación terapéutica.» Alba, tras una experiencia traumática del pasado, ha quedado marcada con una extraña fobia que le impide tener la vida normal de cualquier persona de su edad: tiene miedo a las relaciones sexuales. Por si eso no fuera poco, la presión de sus padres por que busque una pareja es casi asfixiante. ¿Pero cómo va a querer alguien estar con ella si no es capaz de abrirse sexualmente a nadie? Natalia es una estudiante de psicología que aspira a ser sexóloga. Es buena en todo lo que hace, razón por la que sus amigos creen que ella es la candidata perfecta para solucionar el problema de Alba: fingirá ser su pareja hasta que la muchacha encuentre a alguien a quien ame de verdad para así apaciguar mientras tanto la presión de sus padres. Sin embargo, en cuanto ella descubre la hórrida fobia que persigue a la pequeña chica como si de un alma en pena se tratara, decide que va a liberarla cueste lo que cueste.

Han pasado cuatro años desde que Natalia Lacunza decidió comenzar su historia en otro lugar. La viralización de su primer single, firmado bajo el pseudónimo de "Eilan Bay", lanzó definitivamente su imagen pública y fue el precedente a todo lo que vino después: más música, conciertos, bailes, firmas, entrevistas... Pero es difícil asumir nuevas perspectivas de futuro cuando hay tantas cosas que te anclan al pasado, cosas de las que no puede ni quiere desprenderse. Alba Reche ha conseguido consolidarse como fotógrafa profesional, creando un sello propio a través de la crítica social implícita en sus exposiciones y de la fusión con su otra afición: el dibujo. Trabajar se había convertido en una buena vía de escape y su descontrol emocional había desaparecido por completo, pero los recuerdos seguían tan presentes en su memoria, que era casi imposible ignorarlos. * Continuación de Come Out And Play (COAP). Imprescindible leer la primera parte para entender la segunda.