Azaitguzman
Los dioses mintieron.
El Pecado de la Gula no fue destruido al principio de los tiempos; fue encerrado en la sangre del linaje Kael, esperando un cuerpo lo suficientemente roto para despertar.
Aldren Kael ha vivido toda su vida enfermo, un joven noble atado al dolor y a la debilidad. Pero cuando una emboscada en el Bosque Antiguo amenaza con matarlo, la entidad en su interior se libera. Y no le ofrece la muerte, sino un trato: vida a cambio de hambre.
Al devorar la esencia de sus enemigos, el dolor de Aldren desaparece. Por primera vez, se siente poderoso. Completo.
Ahora, perseguido por ángeles que lo ven como una abominación y demonios que lo desean como arma, Aldren se enfrenta a una guerra silenciosa. Pero su verdadero enemigo no son los monstruos que lo acechan, sino la embriagadora seguridad de su propia oscuridad.
Aldren debe decidir cuánto de su humanidad está dispuesto a sacrificar para dejar de sufrir.
Aunque, en el fondo, ya sabe la respuesta:
La redención no es una opción cuando el pecado sabe tan dulce.