Aileen Parker estaba al tanto de que frases como «su toque me electrizaba» no tenía nada que ver con sentimientos apasionados, más que simple física y química. No pecaba de ignorancia sobre las mariposas que tantos adolescentes juraban sentir en sus estómagos, cuando sabía más que bien que eran producto de la epinefrina. Y tampoco confiaba que el derretimiento que la generalidad estudiantil insinuaba a sus alrededores fuese del todo auténtico, considerando la rapidez con que hacían borrón y cuenta nueva. Por eso, cuando se plantea en su estimadísima academia cuán fantástica sería la idea de incrementar incluso más las muestras públicas de baboseo con la creación de una nueva página web dedicada al alumnado, Aileen no puede más que comparar las imágenes de una chispeante celebración de San Valentín con el mero Apocalipsis incandescente. Se resiste a las cosas fungosas y rojizas de la fecha, pero no hay nada que la saque más de sus casillas que un tremendamente bullicioso inglés retozando con comentarios irónicos y fuera de tono cerca de ella. Como consecuencia y una vía de escape muy poco acertada, motiva a que la muchacha se registre en Dating Who, la plataforma de citas creada por Melbourne, sin siquiera analizarlo. ¿Qué pasa cuando su cita virtual termine siendo el mismo chico del que intenta huir en la realidad, cuando, preguntándose cuál será la cara del sujeto que le distrae con palabras atrayentes por la noche resulte encontrarse su respuesta frecuentemente por la mañana? La vida tiene maneras muy extrañas de señalarte a quién debes prodigarle tu amor. Y eso, a Aileen Parker, le ha quedado más que claro.

Alia Mcgregor fue expulsada de la escuela que está localizada en Oregon, Estados Unidos. ¿Motivos? Problemas de conducta y por intentar llevar a cabo un asesinato contra una alumna del establecimiento. Sus padres decidieron mandarla a vivir,por un tiempo, a la casa de su tía Megumi hasta el año entrante en donde buscarían otra escuela que aceptara a su rebelde, caprichosa, manipuladora y desquiciada hija. Alia, a su edad de quince años, está en contra de la decisión de sus padres y lamentablemente, no tiene otro remedio que aceptar su traslado. Pero lo que los demás no saben, es que ella golpeó a la chica de nombre Blis, sin ningún tipo contacto físico. ¿Cómo era eso posible? Ni siquiera ella sabía la respuesta... Pero lo que sí sabía, era cómo mandar a la mierda a la gente. Obra registrada en Safe Creative. Código: 1505304199829. No esta permitido ningún tipo de copia o adaptación.

"- ¿Por qué no te callas? - Mira Hello Kitty, cuando llegues a mi altura, me mandas callar. - ¿Tu altura? -reí- Por favor, me gusta la mía. - Sí. Las personas como tú llegáis a los mismos lugares sin agacharos que las altas poniéndose de rodillas. - Que te follen. - A eso me refería, más o menos."

Secuela de True Colors. «¿Los colores de la vida?» «¿Quién ha escrito tal pachotada?» «¿Cómo puede uno ser la mejor versión de si mismo?» «¿Por qué uno debería ser la mejor versión de si mismo?» «¿Quién le ha dado el derecho a esas personas a ser felices de esa manera?» Ginger se hacía esas y muchas preguntas hasta que conoció a la que hoy por hoy es su escritora favorita. Abby le enseñó a ser positiva. O por lo menos empezar a ver el mundo de otra manera. Pero no tiene el dinero, la edad y el permiso de sus padres para ir a conocerla. Así que mediante foros, paginas, blogs y conociendo gente en internet que gusta de lo mismo que ella, se abre campo a un mundo genial. Pero cuando la computadora se apaga, tiene que subir sus notas, intentar lidiar con los monos que tiene como compañeros de clase y salir ilesa en la libreta de notas. Entonces, ¿podrá sacar la mejor versión de si misma sin dejarse vencer en el intento? Portada: @Niamjay Tráiler: @Acciocandies Ganadora de los premios Wattys 2015.

Charlie Prescott tiene diecisiete años y una capacidad de redacción maravillosa; escribe en anonimato para el periódico escolar bajo el seudónimo de «Ghost Writer», dulces relatos románticos, graciosos, a veces reflexivos y hasta dramáticos, que nadie creería que los ha escrito él. Es adorado por las señoritas: por escribir lo que ellas quieren leer. Envidiado por los caballeros: por tener a todas suspirando y queriendo conocerlo. Pero nadie sabe quién es realmente. En la vida real, fuera de su mente y cuando no sostiene una pluma o está en su ordenador compulsivamente tecleando, Charlie es un chico que encaja perfectamente, con la cantidad de amigos íntimos correctos para mantener su secreto, con calificaciones promedio y una actitud bromista y despreocupada, mientras que dentro de su corazón esconde letras de amor para una musa inexistente. En un día de mala suerte y gracias a un incendió accidental, una casa destruida y una mudanza, Hazard, la chica sin sentido del humor y su compañera de banco en Ciencias Sociales, descubre su secreto y hace un trato con Charlie para mantenerlo a salvo a cambio de que él sea parte de algo importante. Charlie está seguro de que ella es más divertida de lo que aparenta ¿Pero qué hará cuando descubra que hay algo más allá en el campo del amor? Algo mejor que la ficción. ______________________________ Portada hecha por: LauraKavannah

¿Problemas en tu relación? ¿Sospechas de tu pareja? ¿Te han roto el corazón? ¿Quieres venganza? ¡Has llegado al blog perfecto! Aquí Erinia se encarga de resolver los misterios de cualquier relación, y salvar a las chicas de un corazón roto. ********* Créditos en la super asombrosa portada @isdoublev

Libby Blue ha sido catalogada como caso perdido por sus profesores y padres, por pasar más su tiempo en su celular y/o computadora y no hacer su tarea, abandonar el equipo de voleibol e ignorar a los demás, al punto de olvidarse de importantes eventos familiares. Así que han solicitado la ayuda del único hombre que puede corregirla. El abuelo Micah. Es enviada a Arizona con su abuelo ex militar en medio del año escolar, a una casa donde no hay internet, privándola de cosas que ella considera indispensables; como su celular, su laptop y cualquier dispositivo electrónico que le permita comunicarse con cualquier persona que esté a más de un kilómetro de ella. Lo único que tiene es la biblioteca, un teléfono de pared, vecinos interesantes y aire fresco para respirar, luchando por aprender a desconectarse de las redes y conectarse al mundo.