Señorita Isabella Mariet Moore acepta como esposo al señor James Alexander Harrison- me quedo en silencio es un debate en mi mente en este mismo instante todo lo hago por mis padres me lo repito mil veces, james me voltea a ver y si las miradas mataran ya estuviera 3 metros bajo tierra Así que me armo de valor y digo- Si- lo susurro -Lo puede decir más fuerte señorita - me dice me armo de valor nuevamente respiro profundamente-SI- contesto -Antes de unirlos por la ley, debo preguntar si alguien conoce algún motivo por el cual los presentes no se deban casar que hable ahora o que calle para siempre- Y que empiece la tortura..... Portada hecha por @pattycp56 PROHIBIDA SU ADPATACION Y/O COPIA Todos los derechos reservados. ©

Sentir el calor de mi familia, coger en brazos al pequeño de la familia que, por miedo a volver a Barcelona, había tenido que ver día tras día por imágenes, abrazar a cada uno de los chicos que tanto había echado de menos. Sin duda eses eran los mejores regalos que podría tener en Navidad. Había pasado un año desde que había ido a Barcelona y casi dos años desde que no veía a Max. Sin embargo, por un momento, mientras guardaba cada camiseta en mi maleta rosa, no me preocupaba el encontrarme con Max por Barcelona. Durante todo este tiempo, había estado tan ocupada con las firmas de libros, los viajes a diferentes países, el tercer año de carrera en la Universidad, la publicación de la última temporada de mi primera novela y el saber que la primera temporada de mis segunda novela sería publicada, no dejaba ningún tipo de espacio en mi mente que pudiese ser ocupado por Max. Sin embargo, sabía que si lo veía, todos los recuerdos compartidos con el chico del que había estado tan enamorada años atrás, volverían a mi mente como si de un huracán se tratase. Aunque, estaba segura de que, un choque de miradas es el mejor accidente que puede haber entre dos personas.