-SI YO DIGO QUÍTATE LA ROPA LO HACES, SI YO DIGO SALTA DE UN MALDITO PUENTE LO HACES!!!! SI YO DIGO.. CHUPAME LA POLLA! ¿QUE HACES?? -Lo hago.... Si tan solo le hubiera dicho no... Ahora no sería tan infeliz, si tan solo me hubiera defendido, pero las cosas no suceden así y ahora tengo que lidiar con el, con los insultos vivir con los golpes, con los moretones en mi piel con las cicatrices en mi espalda con el corazón roto al igual que con los labios partidos. -Si yo digo eres mi perra ¿Qué dices?... -Digo... Vete a la mierda narcisista hijo de puta... ------------------------------------------ Los personajes que utilizo en esta obra son creaciones y propiedad de Furudate-Sensei, yo solo los utilizo para crear historias todas warras y sukulentas (ㆁωㆁ) Las imágenes que llegue a utilizar tampoco me pertenecen solo las utilizo para mejor visualización del contenido así que créditos a su autor correspondiente.

Ethan McNearly, hijo de un borracho irlandés y de una prostituta, vivió su infancia entre ladrones y rateros. Entre asesinos y camellos. Junto a él solo permanecieron su hermana Jess y su mejor amigo, Colin. Nadie hubiese apostado un dólar por ellos, y menos por aquel pobre diablo que terminó entre rejas por un descuido. Solo que la fortuna decidió un día sonreírle. Y tal fue su suerte que en apenas diez años consiguió convertirse en uno de los principales tiburones del mundo económico neoyorquino. El dinero entonces no fue problema, a pesar de que muchos siguieron mirándole de forma despectiva. La gente le cerraba sus puertas mientras le abrían sus camas. Y aquello estaba bien. Porque Ethan McNearly tenía un plan. Un plan que haría pagar a aquellos que le hundieron en la miseria. Un plan que haría desaparecer finalmente aquellos lastres que seguían hundiendo su alma en aguas turbias y contaminadas por odio y desprecio. Andy Martínez era solo otro estudiante madrileño más. Un joven de ojos oscuros y mirada retraída que un día tuvo que ver a su padre morir, dejándolos a sus hermanos y a él enterrados en deudas. Su última esperanza: una familia a la que nunca había conocido y que vivía del otro lado del Atlántico: los Douglas. Ellos le ofrecieron cobijo y ayuda, le ofrecieron esperanzas. Y todo hubiera salido bien si sus acciones y decisiones no le hubiesen colocado justo delante de los planes de Ethan McNearly. A la venta en Amazon.