Piscis
Ella vino del mar, todos lo sabían, menos ella. Era como el agua, impredecible, igual que yo, pero ella era frágil, escurridiza, inalcanzable, tan distinta a mi. Con el don de conquistar hasta al alma más ingrata, su sonrisa te hacia mil promesas, y en sus ojos se dibujaban las utopías que a menudo soñaba. Yo, solo te...