-La muerte es uno de los tantos pasos que el ser humano tiene dentro de su ciclo, yo no puedo decir que en algún momento de mi vida no le tuve miedo a la muerte por que lo hice, recuerdo muy bien haberme encerrado en mi habitación y destruir todo lo que estuvo a mi alcance cuando tenía solo diez años y los doctores no me daban una esperanza de vida. Ahora tengo veintitrés años y se que puedo morir hoy, mañana o quizás ahora mismo, no lo sé con certeza, lo que sí es seguro es que los campos elíseos tienen un lugar para mi.

No sabría si decir que fue amor lo que sentí cuando conoci a Ed como tampoco sabría decir si lo que siento ahora sea dolor. Lo que ocurrió entre Ed y yo fue fugaz, fue como una bomba de tiempo. Hace poco más de un año que deje de ver a Ed, detuve los encuentros a las ocho de la noche en mi habitación, frene mis ganas de querer estar con el, estruje mi corazón para que el día que me despedí de el no se rompiera ni me impidiera dejarlo. Escribí miles de intentos para irme como una cobarde y evitar que el me detuviera, intente no llorar pero me ha sido imposible. Llore por lo que fuimos, por lo que no somos y por lo que pudimos llegar a ser , aúnque internamente creo que he llorado más por mi que por el y a pesar del tiempo que he dejado pasar puedo sentir mi piel erizarse al escuchar su nombre, puedo sentir como mis ojos se llenan de lágrimas cuando recuerdo lo desastrosa y enfermiza que fue nuestra relación aunque no se si fue realmente una relación. Tal vez Ed, nunca fue para mi Ahora que se que el vuelve a la ciudad no se que hacer, las ansias me carcomen, el corazón se me a hecho tan chiquito que duele, las piernas me han templado y siento unas ganas inmensas de irme, huir muy lejos donde mi pasado no me alcance. 23 de Abril no llegues.