Mil dulces insomnios.
3:28 am. "Tranquila, Violeta. De alguna forma tienen que calmarse todos esos pensamientos."
3:28 am. "Tranquila, Violeta. De alguna forma tienen que calmarse todos esos pensamientos."
Mariposas. Una y dos. Tres y cuatro. En mis brazos. Por las noches. Haciendo promesas. Nunca fui buena con ellas.
❝-Eres mía.-él susurró cerca de su oído. Ella inclinó su cabeza hacia delante, quedando sus labios pegados a la oreja de él. -No. No lo soy.-le susurró de vuelta.❞
Era bella, elástica, con una piel tierna del color del pan y los ojos de almendras verdes, y tenía el cabello liso y negro y largo hasta la espalda y un aura de antigüedad que lo mismo podía ser de Indonesia que de los Andes. - Gabriel García Márquez