Conexión
Corría. No hacía más que correr. Estaba empezando a llover y la tormenta se acercaba a pasos ligeros. La fina sudadera que tenía puesta no ayudaba y cuando se levantaba otra vez la brisa un escalofrío recorría todo mi cuerpo. Corría. No hacía más que correr. Pensaba que a cada paso que daba, mi casa estaba todavía má...