«Y se percató que su felicidad no era un sentimiento sino una persona» Cuando Lauren decide dejar todo su pasado atrás e ir en busca de la fortuna que gracias a su familia tiene, se percata que nunca le ha importado el dinero y que a ella nunca la ha hecho feliz. Camila con el sueño de irse de casa busca trabajo. Su trabajo es hacer feliz a esta joven millonaria. Todos los derechos reservados. Prohibida la copia completa o parcial de la obra. @Falaguliwonga #FelicidadCamren

A veces quién menos te esperas es quién más te marca. A veces no sabes que hay cosas que existen y cuando lo descubres no crees lo que estas viendo. Para Julia y Alex fue algo nuevo. Un amor extraño, un amor que no se puede describir aunque lo intentes explicar. Ellas marcaron su diferencia y harán que conozcas su historia, la historia que marcó el antes y el después de lo que llamamos amor. Porque a veces por no querer creer la realidad te acaba matando. (Editándose)

Primera parte. Version corta. Andrea, de 17 años, es una estudiante brillante y algo torpe en temas de amor y amistad. Rodeada de libros, aún no sabe reconocer a su verdadera alma gemela... aunque pronto estará más cerca de lo que imagina. Valeria, de 19, viene de una vida dura y unos padres cansados de su rebeldía. Con nuevos amigos intenta dejar atrás su pasado, sin saber que la verdadera felicidad aparecerá disfrazada de "mejor amiga". Dos caminos opuestos que están a punto de encontrarse... y cambiarse mutuamente.

Version corta de Lisa Rejinos. La jefa siempre conseguía lo que quería. Su poder era ley, y su crueldad, un hábito pulido. Cuando la empleada nueva llegó, tímida pero firme, ella la olió como quien reconoce una presa fácil. La subestimó, la exigió hasta quebrarla, la dobló entre órdenes y silencios que dolían más que los gritos. Pero la empleada no se rompió. Y ese fue el primer error de la jefa... y su primera obsesión. Entre noches de trabajo, whisky caro y promesas casi amenazantes, nació algo torcido: un deseo disfrazado de castigo, un vínculo prohibido donde una mandaba con frialdad y la otra aprendía a resistir... demasiado bien. No era amor. No todavía. Era un juego de poder que empezaba a cambiar de dueño. Y ninguna de las dos estaba preparada para lo que vendría después.